miércoles, 30 de julio de 2008

Técnicas Manuales en tejidos blandos



Este libro trata sobre algunas técnicas y maniobras que se realizan para disminuir el dolor muscular.

peso: 31 Mb
Formato: PDF
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miércoles, 2 de julio de 2008




Lesiones de rodilla: Menisco

La rodilla, es posiblemente la articulación más propensa a sufrir lesiones en el desarrollo de todo tipo de disciplinas deportivas. A lo largo de una serie de artículos, comenzando por el presente, se van a comentar las patologías más comunes en la citada articulación referidas al menisco, los ligamentos asociados y, las lesiones a nivel óseo.

LESIONES DE MENISCO


Son las lesiones más comunes en el complejo estructural de la rodilla. El elemento en cuestión, se divide en dos zonas: una vascularizada sita en la zona externa y, otra no vascularizada, en la zona interna. En caso de lesión, si afecta a la primera zona, cabe la posibilidad de cicatrización, la cuál no es posible si se localiza en la segunda.


FUNCIONES DEL MENISCO


a) Absorbe los choques y/o transmisiones de carga en la articulación: evita el impacto entre el fémur y la tibia, gracias a su estructura elástica soporta las tensiones provocadas por el apoyo de la pierna.

b) Ayuda a lubricar la rodilla: mediante la secreción del líquido sinovial.

c) Limitación de los extremos de la flexión y extensión: actúa como tope.

d) Estabilizador de la rodilla

Con la edad el menisco va perdiendo parte de su porcentaje de agua, la pérdida de hidratación implica una disminución en su elasticidad, un proceso degenerativo que hace la zona más frágil, facilitando su ruptura.

MECANISMOS DE RUPTURA MENISCAL

Estadísticamente, el menisco interno es más propenso a la ruptura, como consecuencia de la aplicación crítica de fuerzas de tracción, compresión o una suma de ambas.

El mecanismo lesional más común es la suma de soportar el peso corporal y, un movimiento incorrecto en la zona, esto es, forzar la flexión unida a la rotación de la articulación; o bien, una extensión unida de nuevo a la rotación. Ambas confluencias de esfuerzos, provocan la compresión del menisco, cuando la acción se produce de una forma más violenta o bien de manera muy reiterada, puede producirse la lesión. El sentido de la rotación, determina la zona afectada del menisco.


FACTORES QUE FAVORECEN LA RUPTURA

1) Insuficiencia muscular: Hace que la rodilla este más desprotegida, existe una menor estabilidad de la misma.

2) Hábitos laborales: ciertas profesiones exigen con frecuencia posturas forzadas en flexión.

3) Desviación de las rodillas en valgo o en varo: esto provoca una mayor compresión en ciertos compartimentos de la rodilla. En genu varo, las rodillas separadas con forma de “( )”, se produce una mayor compresión en la zona interna de la rodilla. En genu valgo, con rodillas en forma de “X”, se produce mayor compresión en el compartimento externo.

4) Obesidad: A mayor peso la presión a soportar en la rodilla es mayor.

5) Esfuerzos violentos: La práctica deportiva, la ejecución de gestos extremos, aumenta el riesgo de lesión.

6 Desgaste: En ocasiones, el mecanismo lesional puede ser algo tan cotidiano como bajar una acera o un peldaño, se da un apoyo un poco más fuerte de lo habitual sobre esta estructura ya castigada y se acaba por romper.

TRATAMIENTO

1) Frío local: efectivo durante las primeras 72 horas. Se utiliza la típica bolsa con cubitos de hielo o el cold pack (bolsa estanca con un gel en su interior que se enfría en la nevera); en caso de carecer de estos medios nos puede servir una bolsa de guisantes congelados o similar, Nunca en contracto directo con la piel para evitar quemaduras por congelación. Lo habitual es mantenerlo unos 20 minutos cada dos horas.

2) Reposo mínimo de 24 a 48 horas, para evitar aumentar la lesión.

3) Vendaje compresivo elástico, no rígido para no cortar la circulación de la sangre.

4) Elevación de la extremidad durante varios días. Si el paciente está tumbado, se coloca una almohada bajo la pierna, de forma que el pie esté más alto que el corazón. Si el paciente se sienta, apoyará la pierna sobre una silla.

5) Si existe derrame se puede aplicar un masaje con hielo o evacuatorio para disminuir el dolor.

A continuación se va a singularizar el tratamiento dependiendo de la zona afectada:


Lesión en la zona vascularizada:

1) Reposo de 7 a 10 días. Siguiendo las medidas anteriores.

2) Trabajo de potenciación muscular: se han de evitar esfuerzos y trabajos en las posiciones que actúan como tope en la rodilla (máxima flexión y máxima extensión). El trabajo de fortalecimiento ayudará a que la carga soportada por el menisco sea menor (nuestro preparador físico en la sección de “pico de forma” os puede ayudar en un programa de trabajo).

3) El período de dolor suele oscilar entre 10 y 20 días. Cuando hablamos de deportistas el período de descanso de práctica deportiva suele rondar el mes o mes y medio. Según la magnitud de la lesión en la estructura meniscal. Lo ideal es hacer otra resonancia control para corroborar que la cicatrización ha sido correcta.